La
teoría sistémica de la enseñanza, como también se le conoce, se debe a la idea
de Robert Gagné, y consiste, como resulta indicativo en su nombre, en la
aplicación de la teoría general de sistemas al campo educativo.
La
teoría general de sistemas (TGS), aparece durante los años de la década de
1930, originalmente aplicada a la biología y a la unificación de las ciencias,
con las tesis presentadas por Ludwig von Bertalanffy (1901-1972).
Bertalanffy,
el principal exponente de la TGS, en oposición al pensamiento de Isaac Newton y
de René Descartes, adopta una posición aristotélica al afirmar que el todo
constituye algo más que la simple suma de sus partes, y para defender esa
apreciación realiza las siguientes aseveraciones:
-
Los fenómenos complejos no pueden ser explicados a partir de la suma de las
propiedades de procesos individuales.
- El
modelo tradicional de Newton y Descartes, únicamente posibilita el análisis de
la relación existente entre dos o tres variable, pero no si las variables son
en un número mayor.
- La
interacción de las unidades individuales correspondiente a un nivel de la
realidad, le permitió afirmar que el carácter fundamental de un objeto viviente
es su organización y, por ello, trasciende a sus partes, advertidas
separadamente.
Derivó,
así, la primera noción de sistema, interpretado éste como la disposición de
elementos interrelacionados que interactúan permanentemente, constituyendo un
todo.
Un
sistema, entendido así, puede referirse a un dispositivo cibernético o
tecnológico, y hasta un grupo social determinado.
Tal
es el caso de la teoría propuesta por Robert Gagné, quien la desarrolla dentro
de un contexto en el que son estructurales los antecedentes, los procesos y los
productos resultantes de ese esquema de aprendizaje.
La
teoría instruccional sistémica puede ser representada, de manera muy
esquemática, en el cuadro siguiente, mismo que contempla las fases de todo
aprendizaje y de las acciones de enseñanza que las motivan, según Gagné.
Para
Gagné, el aprendizaje es un proceso mediante el cual los organismos vivos
adquieren la capacidad para modificar sus comportamientos rápida y
permanentemente.El aprendizaje implica el concurso de cuatro elementos:
- un
sujeto social,
-
una situación propicia para el aprendizaje,
- un
comportamiento explícito del sujeto y
- un
cambio interno.
Aunque
en los últimos trabajos de Gagné se hace evidente una posición más consecuente
con las concepciones cognitivistas del aprendizaje, no renuncia a enfatizar, de
manera decidida, que el aprendizaje, para que sea considerado como tal, debe
presentar las condiciones de visible y estable.
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