Consiste en la organización
secuencial, por parte del docente, del contenido a aprender, la selección de
los medios instruccionales idóneos para presentar ese contenido y la
organización de los estudiantes para ese propósito.
Clasificación
- Las
estrategias cognitivas:
hacen referencia a la integración del nuevo material con el conocimiento
previo. En este sentido, serían un conjunto de estrategias que se utilizan para
aprender, codificar, comprender y recordar la información al servicio de unas
determinadas metas de aprendizaje.
Dentro
de este grupo, se distinguen tres clases de estrategias: estrategias de repetición, de elaboración y de organización.
1 - Estrategia
de repetición:
consiste en pronunciar, nombrar o decir de forma repetida los estímulos
presentados dentro de una tarea de aprendizaje. Se trataría, por tanto, de un
mecanismo de la memoria que activa los materiales de información para
mantenerlos en la memoria a corto plazo y, a la vez, transferirlos a la memoria
a largo plazo.
- Estrategia
de elaboración: trata de integrar los materiales
informativos relacionando la nueva información con la información ya almacenada
en la memoria.
- Estrategia de organización: intenta combinar los elementos
informativos seleccionados en un todo coherente y significativo.
Además, dentro de esta categoría de
estrategias cognitivas también estarían las estrategias de selección o
esencialización, cuya función principal es la de seleccionar aquella
información más relevante con la finalidad de facilitar su procesamiento.
- Las
estrategias metacognitivas: hacen referencia a la
planificación, control y evaluación por parte de los estudiantes de su propia
cognición. Son un conjunto de estrategias que permiten el conocimiento de los
procesos mentales, así como el control y regulación de los mismos con el objetivo
de lograr determinadas metas de aprendizaje.
El conocimiento metacognitivo
requiere consciencia y conocimiento de variables de la persona, de la tarea y
de la estrategia. En relación con las variables personales está la consciencia
y conocimiento que tiene el sujeto de sí mismo y de sus capacidades y
limitaciones cognitivas; aspecto que se va formando a partir de las
percepciones y comprensiones que desarrollamos nosotros mismos en tanto sujetos
que aprenden y piensan. Las variables de la tarea se refieren a la reflexión
sobre el tipo de problema que se va a tratar de resolver. Significa, por tanto,
averiguar el objetivo de la tarea, si es familiar o novedosa, cuál es su nivel
de dificultad, etc. En cuanto a las variables de estrategia, incluyen el conocimiento
acerca de las estrategias que pueden ayudar a resolver la tarea.
- Las
estrategias de manejo de recursos: son una serie de estrategias de apoyo que incluyen
diferentes tipos de recursos que contribuyen a que la resolución de la tarea se
lleve a buen término. Tienen como finalidad sensibilizar al estudiante con lo
que va a aprender; y esta sensibilización hacia el aprendizaje integra tres
ámbitos: la motivación, las actitudes y el afecto.
La importancia de los componentes
afectivo-motivacionales en la conducta estratégica es puesta de manifiesta por
la mayor parte de los autores que trabajan en este campo. Todos coinciden en
manifestar que los motivos, intenciones y metas de los estudiantes determinan
en gran medida las estrategias específicas que utilizan en tareas de
aprendizaje particulares. Por eso entienden que la motivación es un componente
necesario de la conducta estratégica y un requisito previo para utilizar
estrategias.
Todo esto nos indica que los
estudiantes suelen disponer de una serie de estrategias para mejorar el
aprendizaje, aunque la puesta en marcha de las mismas depende, entre otros
factores, de las metas que persigue el alumno, referidas tanto al tipo de metas
académicas (por ejemplo, metas de aprendizaje-metas de rendimiento) como a los
propósitos e intenciones que guían su conducta ante una tarea de aprendizaje en
particular.
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